viernes, 12 de septiembre de 2014

Completando el círculo

Era sábado, un 20 de septiembre allá por 2008. Amanecía fresco y estábamos cansados tras conducir toda la noche. En frente de nosotros una gran aventura que nos depararía experiencias que nosotros nunca habíamos vivido. Un tanto sobrepasados por las sensaciones decidimos rebajar un poco la dificultad de ese reto a cambio de poder descansar y comenzar nuestra peripecia de forma más llevadera. Era sábado, 20 de septiembre de 2008 y estábamos en Roncesvalles a punto de comenzar el camino francés de Santiago.
En ese momento decidimos saltarnos la primera etapa y comenzar desde Pamplona. Parecía una decisión lógica teniendo en cuenta nuestro cansancio y que era el último punto para devolver el coche de alquiler. Además 'ya íbamos a tener bastantes km como para que importaran 40 más o menos'. Seis años después con más de 2000 km en mis piernas de caminos de Santiago siempre he tenido la sensación que me faltaba algo y que desde cierto punto de vista estaba en deuda con el camino.
Esa sensación fue la que hizo que cuando Alberto me propuso el camino del Ebro yo aceptara gustoso si hacíamos una modificación y en vez de enganchar con el francés antes de Logroño ya lo hiciéramos en Roncesvalles. De esta forma aunque en esta ocasión nuestra meta no será Santiago nuestra llegada a Pamplona será para mi como terminar el primer camino al que le faltó la primera etapa.
Ya son muchos caminos pedaleados, muchos albergues, pensiones y hasta Iglesias y pabellones donde hemos dormido. Ahora ya somos unos 'perros viejos' del camino y aún así uno siempre tiene la sensación que se enfrenta con algo nuevo y te hace sentir respeto y algo de nervios.
Este camino no es un camino al uso. Cierto es que los primeros días seguiremos el trazado del camino del Ebro pero luego daremos un rodeo para llegar a Roncesvalles para lo que nos basamos en el recorrido de la conocida transpirenaica. Llegar a Roncesvalles y encontrarnos con todo el espíritu peregrino será una emoción similar a llegar a Santiago. La etapa siguiente, la tan deseada para mi Santiago-Pamplona será una recompensa bien ganada. Si ese es nuestro destino final o no lo decidirá nuestra fortaleza mental y las ganas que en ese momento tengamos de seguir en el camino aunque supongo que yo sentiré que el círculo se ha completado.
Hoy disfrutaremos de una etapa 0 de relax por Barcelona en compañía de buenos amigos. Mañana una vez más volveré a terminar mi relato con el mítico 'Buen camino'. 

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