miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mi compañera de viaje

Como comentaba en mi anterior post este año me aventuro en mi viaje más largo con mi bicicleta doble, una Gary Fisher. La verdad es que a menos de 48 horas de comenzar el viaje aún pienso que es toda una temeridad meterse 1000km con alforjas en una bicicleta doble. Va a ser toda una prueba de resistencia para mi montura.

En las dobles uno de los puntos más frecuentes de fallo son los portabultos. Ya que todo el basculante trasero sube y baja con los baches no es posible enganchar el transportín a él y tiene que ir todo el peso suspendido de la tija del sillín. Tras km de baches lo más probable es que termine cediendo por la soldadura que es el punto de máximo esfuerzo de la estructura. Para solventarlo mi padre me ha hecho un refuerzo. Consiste en una abrazadera al cuadro con dos tirantes de aluminio en diagonal al transportín. De esta forma el peso se reparte entre la tija y el cuadro.

Creo que con este invento al menos me podré despreocupar de los problemas del portabultos aunque con mi historial de averías sólo me queda encomendarme a la magia del camino para confiar en que todo aguante 15 dias de dura marcha.

1 comentario:

  1. Muy buena idea: A ver si resulta. Estamos pendientes de tus noticias.Emilio.

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